domingo, 21 de diciembre de 2008

¡¡¡Libérenlos ya!!!

Hoy, 21 de Diciembre dos secuestrados colombianos cumplen 11 años en cautiverio. Libio Martínez y Pablo Emilio Moncayo fueron tomados como rehenes en un ataque a una base militar en Patascoy Nariño, junto con otros uniformados. Mientras que todos los demás fueron liberados, ellos dos permanecen cautivos, en algún lugar de la selva colombiana.

El tiempo sigue pasando y sus familias los siguen esperando. No puedo llegar a imaginarme que han sentido todos los hombres y mujeres que viven en el mundo, privados de la libertad. ¿Qué sentirán en las fechas especiales? ¿Cómo se protegen de la lluvia y de los animales? ¿A quién abrazan cuando necesitan aliento? ¿A quién le hablan cuando necesitan desahogarse?

Este año, las liberaciones en el país han sido varias. Eso, ha servido como aliciente para muchas familias que añoran el pronto regreso de sus seres queridos. Les quedan solo las ganas, la fe y la esperanza de que algún día se fundirán en un abrazo eterno, para no volver a separarse jamás.

Lo importante es que todos los que están secuestrados sepan que el resto de colombianos no los hemos olvidado y que seguimos esperando que nuevamente sean libres y que dejen de sufrir las consecuencias de una guerra absurda.

¿Hasta cuándo? ¿Acaso no han padecido ellos suficiente? ¿Qué hace falta para tenerlos de regreso? Es urgente la libertad de cada una de las personas que permanecen secuestradas. Libertad para todos. ¡¡¡LIBÉRENLOS YA!!!

martes, 9 de diciembre de 2008

Catarsis

Desde siempre, desde que tengo uso de razón, me ha gustado utilizar la palabra escrita como medio idóneo de expresión. A través de las palabras logro hacer catarsis, una y otra vez. Escribo, sobre emociones internas y sobre situaciones sociales; sobre mis raíces y mis antepasados; sobre las injusticias y la gente que vive en la calle; sobre sentimientos guardados e inconformidades; sobre momentos felices y momentos de llanto; sobre lo mío y sobre lo de los demás; sobre lo bueno, lo malo y lo regular.

Es por eso que, personas como yo, constantemente, buscamos espacios para expresarnos, para decir lo que pensamos, sin censuras, sin críticas, sin formatos. En la era de la tecnología y en un mundo que cada vez se mueve más rápido, se crean, entonces, lugares en donde dejar el alma y los sentimientos plasmados. Es por eso que aquí empiezo, en este blog, la búsqueda por mi punto de equilibrio, y me doy la posibilidad de escribir sin restricciones y sin miedos. La posibilidad de escribir para vivir.